viernes, abril 14, 2006

Estrictamente personal

Estrictamente personal
Raymundo Riva Palacio
El Universal
Viernes 14 de abril de 2006
Primera sección


Tocado en sus expectativas, Andrés Manuel López Obrador ha estado fustigando a medios de comunicación porque los siente parte de una campaña en su contra. Esta semana acusó a Televisa, y en particular a su programa cómico "El privilegio de mandar", de formar parte de un contubernio político encabezado por el ex presidente Carlos Salinas, financiado por el banquero Roberto Hernández, y con la complicidad de Emilio Azcárraga Jean, para aplastarlo porque no quieren "perder sus privilegios". O sea, Salinas está haciendo todo esto para impedir perder el privilegio de cobrar su pensión como ex presidente; Hernández teme que algo le suceda como accionista de Citibank, el banco más grande del mundo que incluye entre sus propiedades a Banamex; y Azcárraga, que tiene la cabeza metida en mantener contentos a sus inversionistas en Wall Street con buenas utilidades, ve en López Obrador su Némesis. ¿Tiene lógica?

Más aún, en el programa de televisión que utiliza como vehículo de propaganda, que compró como espacio comercial en Televisión Azteca, aseguró que los medios tienen "la obligación" de ser objetivos e imparciales. ¿Un medio privado tiene esa obligación? Un periódico ampliamente identificado con él, La Jornada, ¿tiene la obligación de ser objetiva? La Jornada, como medio de propiedad privada, no tiene esa obligación. Responde a sus lectores y a sus anunciantes para que le financien esa política editorial, pero nadie la puede obligar, bajo ninguna circunstancia que no sea el reclamo de esas dos partes, a que den cobertura equilibrada a los asuntos de interés público, ni que le den cabida justa y equitativa a quienes piensen diferente de ella.

Hay otros medios que dan cabida a las diferentes expresiones de la sociedad, pero no por obligación, sino por una concepción diferente de responsabilidad social. Los únicos medios de comunicación que tiene la obligación social y política de ser "objetivos e imparciales" son los públicos, cuyo financiamiento sale de los impuestos de los contribuyentes, por lo que la rendición de cuentas es con la sociedad en su conjunto.

El argumento de López Obrador sobre el deber ser de los medios privados no se sostiene al confundir o desconocer la esencia de éstos. También es endeble su afirmación sobre la parcialidad de los medios. De acuerdo con el monitoreo de la Comisión de Radiodifusión del IFE, en su análisis de contenidos de 123 noticiarios de televisión y 206 de radio, sólo en 4.5% se ha encontrado información parcial hacia uno de los candidatos a la Presidencia, entre los cuales no se incluyen los principales informativos de la televisión mexicana conducidos por Joaquín López-Dóriga en Televisa, y Javier Alatorre en Televisión Azteca, quienes han mantenido la equidad al informar sobre los cinco aspirantes a la Presidencia. El IFE monitorea de manera adicional 17 programas de televisión y 15 de radio que no son noticieros, como "El privilegio de mandar", que en su última emisión le dedicó la mitad de su tiempo a hacer una parodia de López Obrador utilizando la frase pronunciada por el perredista sobre las chachalacas, dibujando en su reiteración retórica su talante intolerante.

A López Obrador, que sí dijo chachalaca al presidente Vicente Fox y se mostró intolerante con las declaraciones del mandatario en su contra, no le gustó que hicieran mofa de él. No dijo nada hace un año cuando el mismo programa dedicaba toda su emisión a hacer burla de todos los políticos que se estaban enfrentando a él en el caso del desafuero, mientras que él salía tan bien librado que el personaje que lo interpreta adquirió notoriedad en publicaciones de corte política y motivó, como programa en su conjunto, que se realizaran reportajes en la prensa extranjera. El propio gobierno federal nunca ha buscado su censura pese a que Fox siempre aparece como lelo y Marta Sahagún como una mujer ambiciosa, por no hablar de Felipe Calderón que también es caracterizado como tonto, o Roberto Madrazo, a quien en cada programa se le resalta lo escurridizo y poco confiable que es la percepción entre los mexicanos.

López Obrador, el candidato presidencial más mediático, está tocado por la propaganda negativa del PAN y emite señales ominosas sobre su talante excluyente y, podría argumentarse, autoritario. Desde hace varias semanas, periodistas que lo siguen en su campaña se vienen quejando del maltrato de su equipo, que ha llegado a momentos donde para tratar de dispersar a la prensa, les ha embestido con vehículos, arrollando ya a algunos y provocándoles, hasta ahora, heridas menores. De igual forma, sólo el fotógrafo de La Jornada y el camarógrafo de la agencia Detrás de la Noticia de Ricardo Rocha, que es la productora de su programa mañanero en Televisión Azteca, tienen acceso privilegiado a sus actos. Desde hace tiempo denuncia a sus críticos, como sistemáticamente ha sido contra el periódico Crónica, y cuando no le gusta lo que dicen de él descalifica a sus autores y dice con enorme ligereza que son parte de la conspiración en su contra.

Su campaña tiene un centro de respuesta rápida que hablan a noticiarios de radio para denostar a quien osa hablar mal de él, o envían correos electrónicos insultantes a quien escribe en disenso. El tono es intimidante y llega a amenazas, similares o peores de las que ahora los suyos se quejan que recibieron.

La intolerancia es la marca de los fanáticos. Los amigos de López Obrador son idénticos en belicosidad a los amigos de Fox, en el año 2000 y hoy en día. La diferencia entre ellos es semántica. Fox, quien ha dado muestras objetivas de atacar la a libertad de expresión, mantiene un discurso de defensa de esa libertad, mientras López Obrador ni siquiera pierde tiempo en la simulación. Dice que respeta esa libertad después de mancillarla. Esta semana fue prueba de ello, para no ir más lejos. Quiere meterse en los contenidos de los medios privados para censurar. No es Manuel Clouthier quien en los 80 pidió a la gente que no viera Televisa, en protesta por su parcialidad. Era su derecho y el de la gente a cambiar de canal.

López Obrador quiere ver los contenidos para denunciar todo aquello que no le guste. El primer caso, en los tiempos del autoritarismo rancio, fue un ejercicio democrático. En el segundo, López Obrador evoca el viejo autoritarismo y amenaza, como en el pasado, con reprimir, controlar y censurar. Olvida que esos tiempos ya pasaron y que el sistema político está abierto, en construcción democrática, lo cual es un proceso de aprendizaje continuo. Ojala y también el candidato puntero pasara por ese salón de clases.

rriva@eluniversal.com.mx

r_rivapalacio@yahoo.com

jueves, abril 13, 2006

Homero López Obrador

Existe un capítulo de Los Simpsons en donde Homero es elegido encargado del Dpto. de basura y gana el puesto al proponer soluciones mágicas, populistas y hacerse el chistoso poniéndole apodos a sus contrincantes y callándolos, ¿resultado?: se termina el presupuesto de un año en sólo un mes y para hacerse de más recursos recibe maletas de dinero de la mafia, la similitud con M.A.L.O. (Manuel Andrés López Obrador, su nombre real) es biográfica y profética a la vez, el “rayito de esperanza” ahora escupe hacia arriba al mencionar en una más de sus mentiras impunes que Felipe Calderón recibe maletas de dinero de Banamex comparándolo con René Bejarano, no tiene pruebas pero una vez más dice que todo es un complot y con su típica actitud del “por mis pistolas” de manera cobarde ahora no reconoce los acuerdos sobre las reglas del debate y pretende descalificar a los demás que sí debatirán, eso es incongruencia y cobardía, si quiere defenderse que vaya al debate, por un lado pide tregua al presidente y por el otro manda mensajeros a que le hagan el trabajo sucio mientras de nuevo se hace el Mártir alegando guerra sucia y complot, guerra sucia es decir mentiras impunes sin pruebas como lo hace él, las PRUEBAS de su corrupción vistas por todos no son guerra sucia, López Obrador está creando un clima de polarización al alentar una aversión hacia el capital, empleos y trabajo, pretende convertir México en una Arcadia y eso sólo demuestra la inviabilidad de sus propuestas, ahora sólo falta que el equipo de López Obrador organice un auto-atentado del que por supuesto se salvará para volver a tener un efecto “desafuero” y seguir con su estrategia de Mártir, la reciente detención de un empleado de la secretaría de finanzas del D.F. (la misma de Ponce) con Heroína proveniente de Venezuela (la misma de Chávez) es una muestra más de la profunda corrupción y cobardía en su gobierno ya que ahora todos ningunean a dicho empleado, la soberbia de “cabecitas pensantes” como Poniatowska y Monsiváis que pretenden con su “intelectualidad” redimir todas las mentiras de M.A.L.O. no hace sino recordar a los intelectuales que han apoyado a Benito Mussolini, Fidel Castro, Hugo Chávez y tantos otros Dictadores, ahora resulta que ellos son los cultos siendo que M.A.L.O. se negó a contestar 7 simples preguntas al azar de cultura general en un programa de televisión, en ese mismo programa solamente Felipe Calderón ha sido el único candidato que ha contestado acertadamente en todas, la simplicidad con que algunos tratan de igualar a Fox con Calderón demuestra su ignorancia ya que Calderón ni siquiera era el candidato de Fox , Calderón es el único que ganó una elección interna a diferencia de la imposición de M.A.L.O. y Madrazo como candidatos de sus respectivos partidos, el candidato más similar a Fox en cuanto a ignorancia es precisamente M.A.L.O. que se pasó 14 años de fósil en la U.N.A.M. y éste mismo es el más similar a Salinas como lo demuestra con todos sus colaboradores de campaña (todos ex colaboradores de Salinas), votar por M.A.L.O. será obtener lo peor de Fox y Salinas.

Alex Zvook

martes, abril 11, 2006

Peor que Chávez, AMLO se erige ya en juez de los contenidos de los medios

En su programa de televisión trasmitido por Azteca, a imagen del que Hugo Chávez encabeza en Venezuela, AMLO difundió una expresión de censura, ayer por la mañana, a la transmisión de la noche anterior del programa de parodia “El Privilegio de Mandar”, de Televisa, porque, acusó, estuvo dedicado a criticarlo.

Fue esa otra expresión que anticipa lo que haría AMLO en la presidencia, a imagen, también, del caudillo venezolano.

Pero peor. Porque al menos Chávez cumplió la formalidad de hacer aprobar a su mayoría legislativa su ley de contenidos de los medios. Y al menos, también, esa ley instauró un cuerpo dominado por incondicionales para vigilar esos contenidos y castigar a los medios independientes.

En cambio AMLO se arrogó ayer personalmente esa función de vigilancia al advertirle al propietario de Televisa que él mismo —López Obrador— un aspirante a la Presidencia de la República, estará “pendiente de los contenidos” transmitidos para comprobar —como juez y parte— que no haya parcialidad hacia a algún aspirante presidencial.

Y si la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión de Hugo Chávez, que desde 2004 vulnera las libertades informativas en Venezuela, entre otros recursos, por la vaguedad de sus prescripciones, aquí, de manera directa, AMLO le notifica a la cabeza de un medio que él (AMLO) supervisará personalmente el cumplimiento de “la obligación” (que ayer mismo les impuso a los medios) “de informar con objetividad y con profesionalismo”.

Se trata de conceptos tan vagos y tan peligrosos como los de la ley de Hugo Chávez, en tanto deja en AMLO —o en el cuerpo colegiado chavista— la potestad de interpretar qué debe entenderse por “objetividad y profesionalismo”, así como la facultad de determinar qué informaciones o qué opiniones de los medios deben castigarse por no resultar “objetivas” o “profesionales”.

“Yo aprovecho ahora para enviarle un mensaje, respetuoso, al dueño de Televisa, Emilio Azcárraga, y decirle de que vamos a estar pendientes de los contenidos y que los medios de comunicación tienen la obligación de informar con objetividad y con profesionalismo”, decretó AMLO, de acuerdo con la versión de Reforma online.

Y esta “Ley AMLO”, decretada la madrugada de ayer en el programa bajo su control, le atribuyó al caudillo incluso el poder de supervisar la selección de los temas a tratar en cada programa. “Anoche por ejemplo —advirtió con su singular sintaxis— en ‘El Privilegio de Mandar’ (...) me lo dedicaron a mí: que las chachalacas y las chachalacas…”

—“Eso ya no es spot, eso es manejo de contenidos, meter una orientación, decir: Andrés Manuel el autoritario”, sentenció al programa por el atrevimiento de expresar, en todo caso, legítimos puntos de vista políticos, porque resultaron críticos del flagrante autoritarismo del candidato perredista.

Cómo tratar al autócrata

Igual que la Ley Chávez, el anticipo amenazante de la “Ley AMLO” tiende a intimidar a los medios y a desatar en ellos “mecanismos de autocensura”, como lo estableció Human Rights Watch (HRW) al momento de expedirse el ordenamiento venezolano. “Estas disposiciones violan los estándares internacionales que protegen la libertad de expresión”, dijo HRW, porque sus disposiciones declarativas —del tipo de “la obligación de informar con objetividad y profesionalismo”— “carecen de una definición exacta o son subjetivas”. “Una combinación de normas mal definidas y de amenazas políticas de castigo fomentan la autocensura hasta el silenciamiento de los medios”, estableció un experto ante la ley venezolana que ayer prefiguró AMLO —y empezó a aplicar— en México.

Como corresponde al género de la parodia, “El privilegio de mandar” ha caricaturizado a los principales actores públicos, con frecuencia de manera nociva para sus imágenes. Obviamente lo hace desde los particulares puntos de vista de sus autores, legítimamente expresados en un régimen de libertad de expresión. Incluso hay estudios que le atribuyen al programa parte de la popularidad alcanzada por AMLO, por lo amigable de la construcción de su personaje y la agradable vena del actor que lo representa, a diferencia de las construcciones y las personificaciones de la mayor parte de los demás. Y a ninguno de los candidatos afectados se le había ocurrido hasta ahora amagar con la vigilancia de los contenidos de “El Privilegio…” y con la censura en la selección de sus temas.

El programa de TV bajo control personal de AMLO, desde el cual decretó ayer su ley, expresa no sólo el valor que para él tienen los medios independientes, como escribió Jesús Silva Herzog Márquez, sino que anticipa la forma obligada de tratar y entrevistar al caudillo con “objetividad y profesionalismo”, recreada por Silva Herzog del tono de “La otra versión” y “Detrás de la Noticia”: “Dinos, Andrés Manuel, ¿por qué la gente te quiere tanto? Andrés Manuel, ya sabemos que tus críticos son los ladrones de siempre. ¿Qué les dices a esos bandidos? ¡Qué interesante lo que nos dices, Andrés!”.

jose.carreno@uia.mx

De Jorge Fernandez (Excelsior)

En las próximas horas, todos los partidos deberán definir sus listas de candidatos. Sin considerar escándalos tipo Chuayffet, a quien más le ha costado ese proceso hasta ahora es a López Obrador. El descontento que existe en el perredismo por esas designaciones explica la crítica de Cuauhtémoc Cárdenas, pero va mucho más allá: en realidad, más de 70% de las listas de la Alianza por el Bien de Todos no estarán ocupadas por militantes perredistas y casi ninguno es cardenista.

Ello no tendría por qué ser negativo, si los aspirantes fueran políticos con respetabilidad y peso político propio, pero sucede todo lo contrario.

Ejemplos hay muchos: el más evidente, la insistencia en colocar como candidato a senador en Quintana Roo al ex alcalde Juan Ignacio García Zalvidea, un hombre que, además de encontrarse inhabilitado legalmente para ocupar esa posición, está acusado de diferentes delitos; llevó durante su administración al punto más bajo a Cancún; su hermano estuvo detenido durante meses, acusado de lavar dinero para el narcotráfico. García Zalvidea, en apenas cuatro, cinco años, pasó por el PRI, el PAN, el Partido Verde y ahora por el PRD (pasó también por la cárcel, por malversación de fondos del ayuntamiento). ¿Qué tiene que ver este hombre con las causas democráticas, progresistas, sobre las que se creó el PRD?

Como candidato a senador aparece Víctor Anchando, ex secretario de Gobierno de Chihuahua y acusado por el PRD y diferentes instituciones de derechos humanos como uno de los responsables de negligencia y protección a los autores de las muertas de Juárez.

Fue, junto con el ex procurador El Chito Ríos, de los funcionarios más cuestionados en la gestión de Patricio Martínez. ¿Qué hace ese hombre representando al PRD en el Senado?

José Guadarrama fue uno de los más célebres y oscuros operadores electorales del priísmo. Está acusado por el PRD de haber perpetrado dos fraudes electorales en contra de ese partido en Michoacán. El mismo partido del sol azteca lo acusó de ordenar el asesinato de siete campesinos en su natal Hidalgo. También organizó un fraude contra el PAN en Pachuca, y en la campaña de Francisco Labastida siempre se dijo que Guadarrama se quedó con buena parte de los recursos que estaban destinados a esa campaña en los estados: eran, casualmente, los recursos supuestamente provenientes del famoso Pemexgate. Guadarrama buscó cobijo en el PRD para librar esas acusaciones. ¿Qué hace un hombre como Guadarrama de candidato del PRD?

Peor aún, el segundo en la fórmula en Hidalgo es el ex cantante Francisco Berganza: en unos pocos años ex priísta, ex panista, ex perredista, ahora militante de Convergencia, acusado del secuestro de un comerciante. Se trata de dos candidatos impresentables.

La lista podría continuar: Elías Dip en San Luis Potosí; Víctor Gandarilla en Sinaloa; Raúl Sifuentes en Coahuila; Alfonso Durazo en Sonora; el derrotado Alfonso Sánchez Anaya entre los plurinominales en Tlaxcala; el controvertido líder sindical Roberto Vega Galina.

Supongamos que los candidatos de AMLO no tienen por qué tener alguna relación con el PRD, pero, ¿qué tienen que ver con las causas que esa corriente política se supone que ha defendido históricamente?

No son progresistas, la mayoría no son siquiera personajes con un respetado perfil demócrata, muchos están acusados de reiteradas y sucesivas traiciones y de delitos graves. Dicen algunos, en el entorno perredista, que esos candidatos le traerán votos a López Obrador: las encuestas confirman lo contrario. La más reciente, la de María de las Heras, dice que perdió más de 700 mil adherentes en apenas un mes, desde cuando comenzaron a divulgarse esos nombres.

¿Cómo no comprender el descontento público de Cárdenas y de muchos perredistas ante la restauración, bajo las siglas del PRD, del más viejo PRI?

De Jorge Fernandez (Excelsior)

A pesar del coro, resultó que las encuestas difundidas en los últimos días por GEA-ISA, Ulises Beltrán y Arcop (la única pagada por el PAN, a pesar de las mentiras recurrentes que sobre el tema el candidato perredista ha suscrito) eran reales.

O por lo menos lo son las tendencias que ellas marcan: durante marzo, la candidatura de López Obrador cayó en forma importante en los porcentajes electorales, pero, sobre todo, en la percepción del candidat básicamente en los aspectos de tolerancia y en el tema de su capacidad de no generar un conflicto económico, de llegar a la Presidencia.

Fuera de ello, resulta irrelevante discutir si mantiene una ventaja de dos puntos o de cuatro, si está debajo de Felipe Calderón o no.

El tema es que, como habíamos adelantado, todo tiende a indicar que las encuestas se cerrarán a partir de abril y que incluso podrían cruzarse.

Lo importante es que, cuando faltan casi tres meses para las elecciones, nadie puede asegurar que tiene ganados los comicios y, menos aún, que es indestructible.

¿Por qué decimos que los resultados eran reales? Porque los aceptó tácitamente el propio López Obrador cambiando su estrategia y ofreciéndole una “tregua” al presidente Vicente Fox, diciendo que no volverá, por ahora, a “meterse” con él y aceptando entonces que el “cállese, chachalaca”, así como la relación con el presidente venezolano Hugo Chávez (confirmada por éste) lo ha dañado en la percepción de la gente.

Si las encuestas no estuvieran mostrando por lo menos una tendencia real, ¿por qué cambiaría radicalmente de estrategia López Obrador?

Ese es el capítulo más público del retroceso. El otro, que se comenta menos, es el de la incertidumbre económica que generan sus posiciones.

En estos días, López Obrador no sólo atacó al presidente, sino también a un enemigo fácil de golpear: los banqueros. Los amenazó, lo más suave que los llamó fue “parásitos”, rechazó reunirse con ellos “hasta que llegue al gobierno”. Es obvio que el candidato perredista entiende poco de economía.

Durante la reunión con un grupo de empresarios regiomontanos en el Distrito Federal, en la casa de Joaquín Vargas, repitió ese mismo argument les dijo que contra ellos no tenía nada porque eran empresarios “productivos”, que debían trabajar “desde ahora” con él para “atemperar” sus posiciones económicas, pero insistió en que el sector financiero era “parasitario”, que lo pondría “en orden” y reiteró que reabriría el Fobaproa.

Pensar en esta época que el capital industrial y el financiero se mueven en áreas separadas, que los empresarios de esos grupos, todos muy poderosos, no tienen relación con el sector financiero, implica concebir la economía como era en el siglo XIX o en los manuales de marxismo de Marta Harnecker.

Hoy, encontrar diferencias o distancias entre los grandes grupos empresariales y el sector financiero, en el que invierten y con el que trabajan, es por lo menos imposible.

Lo que estaba haciendo Andrés Manuel López Obrador en ese encuentro era, una vez más, la mezcla de la zanahoria y el garrote que ha aplicado con otros sectores.

En otras palabras les dij “Si no quieres problemas en el futuro, me tienes que apoyar desde ahora; contigo no tengo problemas, pero con tus socios del sector financiero tomaré represalias, así que sabes que puedo tomarlas también contigo, si no me apoyas”.

Habrá que ver si esos empresarios aceptan doblar las manos ante la amenaza implícita o mantienen la dignidad y la capacidad de hablar de frente al poder político, cualquiera que sea su origen partidario, que siempre los ha caracterizado.

López Obrador ha aceptado, decíamos, implícitamente, el nuevo entorno electoral y lo ha hecho aprovechando la proximidad de la Semana Santa, como lo hizo con la tregua navideña: baja decibeles para evitar así mostrar la que es su peor cara: la de la dureza y la intolerancia, la cual cada vez que aparece le hace perder votos.

Hacer desaparecer las dudas acerca de su capacidad de manejar la economía será más difícil.

De Ricardo Alemán (El Universal)

Se le podría aplicar la receta que él mismo hizo famosa: "¡Serénese, señor candidato!".
Y es que Andrés Manuel López Obrador parece nervioso, asustado.
Quienes lo conocen, aquellos que a diario cruzan palabras con él, dicen que está irritado.
Se exalta por nada y se le percibe nervioso y hasta asustado.
Y todo porque una buena parte de las encuestas públicas, y la mayoría de los sondeos internos, muestran que AMLO va a la baja en las preferencias electorales.
Y no es tanto la tendencia a la alza que reporta el candidato panista Felipe Calderón -que no rebasa dos puntos porcentuales-, sino la caída sostenida que muestran las preferencias hacia el candidato de la coalición Por el Bien de Todos.
Pero los signos del nerviosismo y la irritación de López Obrador no sólo los perciben sus más cercanos colaboradores, sino que están a la vista de todos.
López Obrador está nervioso.
Por eso ha llegado al despropósito, al extremo del cinismo, al comparar a Felipe Calderón con René Bejarano.
Dijo ayer, en Michoacán: "Hablan de las maletas de Bejarano, ¿y las maletas que está recibiendo el candidato del PAN, ahora de Banamex y de otra gente? Nada más que no hay videos, eso es lo único, pero claro que está recibiendo maletas de dinero".
AMLO escupe para arriba.
Y es que se siente perdido.
Al tiempo.

miércoles, abril 05, 2006

Me equivoqué: escarmentados ya estamos

Este es un artículo escrito por el señor Luis González de Alba en el periódico MILENIO. Espero que lo disfruten y ayude a crear conciencia.

Sí, me equivoqué hace ocho días: no necesitamos ningunos seis meses los mexicanos para escarmentar en la cabeza de Bolivia, pues ya tuvimos cinco años para saber, no lo que posiblemente haría López Obrador en la Presidencia si llega, sino lo que ya hizo al frente del gobierno capitalino. El país conoce, no por intuición, sino por datos, su "estilo personal de gobernar". No son especulaciones ni supuestos, sino hechos ya ocurridos. Tuvo razón el colega Alberto Carrillo Armenta que me lo señaló en estas páginas. En efecto, no sólo hemos visto gobernar al PRD durante los últimos ocho años, sino a su ahora candidato presidencial durante cinco. Veamos algunos datos de dominio público:

SEGURIDAD: En los poco menos de cinco años que gobernó López Obrador, ocurrieron siete mil secuestros. Logró que se duplicaran en el DF y superaran con mucho el índice nacional. Con una quinta parte de la población del país, el DF alcanza el 44 por ciento de los secuestros nacionales. En el mundo, la Ciudad de México es la segunda ciudad en número de secuestros. Pero es quizá la única donde se han organizado desde las oficinas de la propia policía local.

El narcomenudeo creció 762 por ciento en el Distrito Federal de López Obrador (y Marcos dice que el PRD está metido en el negocio). Quizá por eso mismo se publican, una y otra vez, los domicilios de dos mil 111 estanquillos, sin que se vea batida policial alguna.

En asesinato de automovilistas, el gobierno de López Obrador logró el primer lugar mundial, según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal. También en asaltos a transportes de carga, esto es, en ataque directo al comercio organizado; mientras el ambulantaje cubre ya todo el centro de la capital, incluyendo las calles recién remodeladas, y sin que lo toque un pétalo de la ley aunque venda mercancía robada, adulterada, sea la vía de distribución del contrabando que ahoga a los productores nacionales, y trafique droga.

EMPLEO: Durante sus cinco años de gobierno, López Obrador elevó el desempleo del DF por encima de la media nacional, según datos del INEGI. En todo el país, incluido el estado de Chiapas, se crearon empleos, excepto en el DF, donde disminuyeron cuando fue gobernado por quien promete elevar la tasa de empleo del país. Allí se perdieron empleos. Quien no pudo evitarlo, no tiene por qué pedir ni siquiera el beneficio de la duda: ya no hay duda: no pudo.

Lo que sí pudo fue desbordar el comercio informal, el ambulantaje con su carga de delincuencia organizada y clientelismo político. Una imagen lo dice todo: sobre el enrejado al frente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la capital de la república, los ambulantes del trío Padierna-Bejarano-López, exhiben para la venta su mercancía de contrabando, robada, ilegal. La Suprema Corte es el escaparate donde se muestra el triunfo del delito. Buena metáfora.

¿Es la receta que piensa aplicar a todo el país? ¿Entregar el comercio a las huestes de Padierna, cuyo candidato a la delegación Cuauhtémoc se anuncia desde una manta colgada de un burdel en la colonia Roma del DF? ¿Ya no sólo están en el narcotráfico, sino también en la prostitución? Es al menos la última denuncia levantada contra la delegada bejaranista de esa área. Y soy de los que afirman que la prostitución debe ser una actividad legal regida como un convenio entre adultos. Pero de ahí a negocio de las autoridades, como afirma el denunciante, hay un abismo de corrupción.

ENDEUDAMIENTO: Para realizar sus obras de pura ostentación, urdidas para quien tiene automóvil y entregadas a constructoras amigas sin concurso, el ahora candidato a la Presidencia aumentó la deuda del DF de 22 mil millones, en que la dejó Cuauhtémoc Cárdenas, a 42 mil millones. Casi al doble. Y eso que abandonó drenaje, salud y todo lo no visible. Esa deuda acabaremos pagándola los estados. Pero cuando haga lo mismo con la deuda nacional, como hizo Echeverría, bajo quien se formó, no habrá a quién recurrir, no habrá tarjetazo de papá Federación. Y el resultado será devaluación, crisis, miseria. Lo que le ocurre a una familia que excede su capacidad de crédito: la embargan y lanzan a la calle sus deudores.

CORRUPCIÓN: El candidato perredista promete combatir la corrupción… como lo hizo en cinco años de su gobierno en el Distrito Federal: René Bejarano está libre y conduciendo la campaña presidencial del PRD luego de que lo vio la nación entera guardarse en maletín y bolsillos fajos de dólares entregados por el empresario Carlos Ahumada a cambio de apresurar los pagos de sus obras concluidas y concederle nuevos contratos: extorsión vil, simple y llana. Su secretario de Finanzas, Gustavo Ponce, viajaba cada tres semanas a Las Vegas, se hospedaba en el hotel Bellagio, donde era cliente VIP, cuando no estaba jugando llegaba a trabajar en un auto de un millón 200 mil y hacia traspasos millonarios a cuentas en Estados Unidos. Ambos personajes, Bejarano y Ponce, afirmaron que de todo tenía conocimiento López Obrador. ¿Una prueba?: cuando Ponce iba a ser detenido, fue puesto sobre aviso por la conferencia de López Obrador a la prensa. Ponce todavía pudo entrar a su despacho, tan campante, recoger todos sus documentos comprometedores y borrar el disco duro de su computadora. Y el jefe de Ponce, Manuel Andrés, nos promete que combatirá la corrupción. Claro , y el Fiscal Especial contra la Corrupción será René Bejarano, libre porque la Procuraduría capitalina montó una acusación que hiciera agua por todos lados y obligara al juez a poner en libertad al empleado fiel y, sobre todo, silencioso: el que todavía no dice a quién entregó los millones que lo vimos embolsarse.

El mayor timbre de gloria del gobierno capitalino, su asistencia a viejitos y madres solteras es, a la vez, su pozo más negro: calcularon el pago a la población completa. Pero nunca han rendido cuentas sobre el dinero sobrante a causa de los muchos miles de ancianos y madres que no cobran.

Esto y mucho más, páginas más, comprueban mi error: no necesitamos observar lo que ocurra en Bolivia. Nos basta con repasar lo que ya ocurrió en el Distrito Federal durante ese gobierno que amenaza extenderse al país.


Luis González de Alba

Un viejo artículo de Luis González de Alba

Complot no mata corrupción


Luis González de Alba

Pues lo consiguió El Peje, le funcionó su cortina de saliva: gente de inteligencia normal y sensatez promedio ya olvidó el asunto básico, que no es quién filtró primero algo ni quién pegó bajo, sino la corrupción que vimos filmada, el dinero embolsado y además perdido. Es lo importante y es lo que ya logró escamotear.

UNO. El video donde todos vimos al secretario de Finanzas de López Obrador, Gustavo Ponce, jugando en Las Vegas, pudo tomarlo cualquier persona, dada la pésima y casera calidad del producto. El video es obra casi segura del mismo Carlos Ahumada que le prestaba su avión al empleado de El Peje y que videograbó también al ex secretario particular de El Peje, René Bejarano, embolsándose miles de dólares. Lo de menos es el autor del video, sino el hecho allí visto.

Aunque hubiera sido el Tesoro de EU quien grabó tan mal, en ninguna parte se mostró emblema o logotipo ni identificación alguna de esa institución. Quien lo pasó a los medios tenía la clara intención de mostrar la corrupción imperante en el gobierno perredista de López Obrador. Eso nadie lo duda. Seguir argumentando "es que no me quieren" resulta infantil porque se da por descontado. Es un hecho.

DOS. En cambio, los documentos que el jefe de Gobierno del DF mostró ante los medios de comunicación, el reporte solicitado por Hacienda y entregado a la Procuraduría del DF para ayudarla a integrar el caso contra Gustavo Ponce, secretario de Finanzas prófugo, sí llevaban los identificadores del Departamento del Tesoro y, por si hiciera falta, El Peje los leyó y subrayó que procedieran del extranjero, y por allí se fue, por el tono "mas si osare un extraño enemigo". Fue por boca de El Peje como se divulgó la existencia de ese reporte oficial sobre las actividades de sultán y los gastos exorbitantes del secretario de Finanzas de El Peje. Fue por boca de El Peje como una autoridad mexicana rompió "las disposiciones de privacidad y protección de datos", exigidas por un convenio internacional.

Antes de esa revelación, hecha por una fuente oficial respecto de un informe confidencial elaborado por otra fuente oficial, sólo circulaban copias de facturas de hotel, que pasan por muchos empleados y cualquiera puede obtener. Pero la revelación de información proporcionada por la Unidad de Investigación contra Crímenes Financieros, del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, la hizo López Obrador y sólo López Obrador. De esa acción derivó la suspensión de intercambios de información: de que se revelara el nombre de la fuente. La lógica de El Peje se asemeja a la del partido de Aznar en España: retirar las tropas españolas de Irak aumentará el riesgo de terrorismo. ¿No fue al revés? El Peje le ha dado un giro a Goebbels: no sólo miente mil veces, además miente acusando a otros de lo que él hace.

Copias de las facturas de hotel, con los pagos escandalosos efectuados por el secretario de Finanzas del DF, se obtienen, en cualquier lugar del mundo, con una pequeña gratificación al archivista. Minicámaras hay a la venta hasta entre los ambulantes de Bejarano-Padierna. Pero corrupción hubo, y fue documentada.

No son pues unas fotocopias ni un video la causa de la ruptura del Convenio entre los gobiernos de México y Estados Unidos, sino la divulgación, por López Obrador, del reporte solicitado por Hacienda y entregado a la Procuraduría del DF bajo las actuales disposiciones de privacidad y protección de datos. Es astuto López: lo acusan de matar al perro y responde que otro manchó el tapete. Infantil, no: astuto y taimado. Eficaz.

El torpe gobierno federal ha sido incapaz de articular una idea tan sencilla como ésta: "No informamos al jefe de gobierno del DF de las pesquisas en torno a sus empleados por la misma razón que tampoco informamos al gobernador de Morelos, Sergio Estrada, por muy panista que fuera: porque los patrones resultan sospechosos de complicidad cuando el delito es tan evidente, repetido y público".

Sí: todo parece cuajar en un complot, pero no contra López, sino armado por López: la Comisión de Transparencia del DF saboteada por años, la Contraloría en manos de quien debe ser controlado, la Asamblea de Representantes comandada por su ex jefe de campaña y ex secretario particular, René Bejarano; el secretario de Obras, un cardenista honesto, marginado de las obras magnas del GDF; las obras magnas realizadas por... ¡la secretaria de Medio Ambiente!, esposa de Carlos Ímaz, y sin licitaciones ni presupuesto autorizado, contra viento y marea porque están destinadas a crear imagen; transferencias por casi dos millones de dólares, hechas por el mismísimo secretario de Finanzas del DF, y nadie ve el agujero, ni la contralora ni el jefe de gobierno; ese mismo secretario acusa de complicidad a López Obrador, en última llamada al secretario de Gobierno, Alejandro Encinas, y luego desaparece convenientemente y sin obstáculo para vaciar su oficina y su computadora, ¿ni el conserje avisó?; López adelanta que su inculpador quizá ya esté muerto... ¿ya dio la orden de callarlo para siempre? Sí, hay un evidente complot para ganar la Presidencia de la República. Eso.

Caballero águila

“Aquellos que esten encontra de las decisiones del Pueblo. que se consideren traidores a la Patria... Tengo ocho años trabajando con un prollecto para tener un pais cada día mejor... Recuerdo cuando apenas tenia un año con el prollecto y por revelarlo a un seguidor del imperio, por poco me cuesta la vida. Tenia escasos diesisiete años de edad y tal vez por eso no lo tomaron tan en serio cuando revelé mi prollecto por segunda ocacion... Los grandes ideales son los que hacen que las grandes masas sinpaticen con nosotros y nos sigan porque ablamos con la verdad, no con demagojia... Suscrita por un hijo de la Patria. Caballero Águila”.

No, no es del “Diario secreto” de El Peje, sino del “Libro de actas” de Mario Aburto, asesino confeso, juzgado y sentenciado de Colosio, tal como se encuentra en La tragedia de Colosio, el espléndido resumen de las comparecencias ante el Ministerio Público armado por Héctor Aguilar Camín con las voces de todos los actores. Pero es el mismo tono, la misma prédica.

Luis González de Alba es periodista.
Este texto se publicó el lunes 26 de abril de 2004 en el periódico Milenio Diario.
Agradecemos a Milenio Diario y al periodista Luis González de Alba su autorización para reproducirlo.

Federico Arreola

INDICADOR POLITICO

Arreola, contra credibilidad de Milenio

Correo del diario en campaña de AMLO
Carlos Ramírez


Cuando lo presentó como parte de las redes ciudadanas de Manuel Camacho, Andrés Manuel López Obrador dijo que Federico Arreola era un "buen periodista". Sin embargo, el tabasqueño ha usado a Arreola como un factor de desestabilización de la política editorial de Milenio Diario.
Y no sólo eso. Arreola ha comenzado a hacer trampas para beneficiar a López Obrador. No sería la primera vez. Como funcionario de Diario de Monterrey, esperaba los primeros ejemplares de El Norte para robarse algunas noticias de la competencia. En este sentido, Arreola utiliza el correo electrónico que le asignó Milenio Diario para solicitar fondos para la campaña perredista de López Obrador.

Peor aún. Arreola se ha robado parte de la base de datos de la CNC del PRI para solicitar fondos para López Obrador a los destinatarios de boletines cenecistas. Al correo de Indicador Político llegó ayer un mensaje de Arreola llamadas por cobrar al 01-900. Pero de manera desleal, Arreola usó la lista de correos de la CNC del PRI para rebotarle a los destinatarios cenecistas su mensaje de teléfono recaudatorio perredista, un hecho que podría denunciarse ante el IFE. Este detalle, cuyas pruebas tiene Indicador Político, revela la guerra sucia de Arreola para beneficiar a López Obrador.

Las prácticas arreolistas no terminan ahí. Desde la tribuna privilegiada de la página tres de Milenio Diario, el espacio mejor conocido como "del director", Arreola se ha dedicado a desacreditar a las principales plumas del periódico que se atreven a criticar a su jefe López Obrador, igual a como lo hacia en su tiempo contra los que criticaban a Luis Donaldo Colosio y elogiaban a Manuel Camacho.

Sólo que ayer martes el asunto explotó. Lo bueno para Milenio Diario es que Arreola no logró dañar la línea editorial del periódico porque su caso nada ha tenido que ver con cuestiones editoriales sino con posiciones políticas. Y más que un asunto al interior de un diario, se trató en realidad del fracaso de una maniobra política de López Obrador para usar a Arreola para reventar desde dentro un periódico que lo defendió apasionadamente cuando lo dirigía Arreola y que recuperó su sentido crítico cuando Arreola lo dejó para sumarse al grupo de Manuel Camacho.

Desde la página tres de Milenio Diario, Arreola ha desacreditado a los principales colaboradores y columnistas: Jorge Fernández Menéndez, Luis González de Alba y Román Revueltas y ha reprendido públicamente al director editorial Carlos Marín. Sólo que las cosas llegaron al punto en que ayer, con sentido periodístico, Marín logró el mejor retrato político del ahora lopezobradorista Arreola, ayer colosista, consumado salinista y febril anticamachista.

El asunto no es anecdótico. Sería la derrota de uno de los principales colaboradores de López Obrador y de Camacho. El lunes, Arreola se quejó de que Joaquín López Dóriga, en su programa en Radio Fórmula, hubiera enviado felicitaciones por cumpleaños a Arreola y a Arturo Montiel, quienes nacieron el mismo día del mismo mes aunque diferente año. Arreola se irritó y escribió que López Dóriga había cometido un error porque había otras fechas para recordar.

Marín contó en su columna de Milenio Diario una plática telefónica con López Dóriga, quien dijo que era la primera vez que había felicitado a alguien por su onomástico "y me contestan con un zapatazo". El asunto se complicó por la percepción de López Dóriga: "en su nueva posición, Federico no tiene cumpleaños, ya celebra efemérides". Añadió López Dóriga: "creo que me equivoqué al felicitarlo. Bueno, hasta creo que debo proponer una reforma al calendario cívico para que incluyan a Federico".

Los enojos políticos y personales de Arreola han llevado a confrontaciones muy serias con colaboradores de Milenio Diario. A Fernández Menéndez, uno de los columnistas más informados y prestigiados, Arreola lo regañó hace un mes porque criticó los ataques de López Obrador al IFE. En su columna de la página tres, Arreola atacó a Jorge diciéndole incongruente y tachándolo de "criterio pequeñito". Y sólo porque Jorge es un crítico consistente pero inteligente de López Obrador.

Arreola, por tanto, no escribe como periodista sino como político. Y no acepta que en Milenio Diario alguien critique a López Obrador. En febrero de este año regañó a Luis González de Alba porque se atrevió a decir que René Bejarano sí operaba a favor de López Obrador. Arreola acusó al colaborador de hacer suposiciones y no pruebas, aunque González de Alba presentó el argumento más contundente: la afirmación del propio Bejarano de que "Andrés está enterado de todo lo que hago".

Arreola no deja pasar ninguna crítica a López Obrador en Milenio Diario. Cuando fue su director general, Milenio se convirtió en un instrumento de defensa política y no periodística de López Obrador en el caso del desafuero. Los colaboradores sintieron en esa época que era muy difícil ejercer la crítica. A la salida de Arreola de la dirección del diario, el ejercicio crítico recuperó su espacio aunque siempre con el marcaje personal de Arreola.

Si Arreola fue añadido al equipo de López Obrador y Camacho por su red de relaciones periodísticas, las evidencias confirman que no ha sumado sino que ha restado simpatías en el gremio. El ejercicio periodístico y político requiere de coherencia. Y sobran las evidencias de la incoherencia periodística y política de Arreola: usa sus elogios para calificar lealtades a López Obrador y Camacho. Arreola juega el papel de cuña López obradorista en Milenio Diario y se ha convertido en una especie de policía orwelliano del pensamiento contra quienes critiquen a López Obrador.

Arreola ha dejado muchas pistas negativas en el camino. Raymundo Riva Palacio reveló que poco antes de su asesinato, Colosio había pedido que ya no dejaran subir a Arreola al camión de la campaña. Hoy se subordina a Camacho, pero su libro Así fue acusó a Camacho de ser el Caín de Colosio. Y Arreola se encargó de difundir la supuesta afirmación de Colosio de que Camacho "no tiene remedio". Muerto Colosio se quiso convertir en operador de Zedillo pero lo echaron de la campaña.

Ahora Arreola usa el correo de Milenio Diario y la lista de correos de la CNC del PRI para solicitar contribuciones para López Obrador.
www.indicador-politico.com.mx
cramirez@lacrisis.com.mx

La Tamalera

Itinerario político

Ricardo Alemán El Universal Lunes 03 de abril de 2006 primera sección

PRD: la tamalera

SEGÚN Roberto Madrazo y Emilio Chuayffet, el PRD y el PRI son “primos hermanos”. De acuerdo con el catedrático, analista y luchador de la izquierda mexicana, Joel Ortega, el PRD actual, el de López Obrador, “es la cuarta etapa del PRI”.

Y según la voz popular, el PRI y el PRD son más que compañeros de viaje, “son compañeros de parrandas”.

Cualquiera que sea el parentesco que identifique al PRD y al PRI del 2006, lo cierto es que en la contienda presidencial que tendrá su momento estelar el 2 de julio próximo está muy lejos de significar un posible arribo de la izquierda institucional mexicana al poder.

Si acaso, ante la nada remota eventualidad de que resulte ganador el candidato de la coalición Por el Bien de Todos, asistiremos al triunfo no de un partido político y menos de una ideología partidista, sino de un caudillo, capaz de amalgamar con sus primitivas ambiciones de poder un movimiento cuyo único motor es ese: el poder.

Son muchos los que intentan justificar la identidad ideológica del caudillo y de su lucha por el poder con la izquierda institucional, pero en la práctica no hay asideros posibles con la izquierda en el discurso, en la táctica y en las estrategias del caudillo, y menos en la operación política. Acaso por eso, y sin que sea conocedora de los fundamentos de la ciencia política, y sólo a partir de los hechos, la voz popular ya identifica la corriente política de AMLO como “la tamalera”.

Es decir, una corriente política que permite cohabitar a los de chile, de dulce y de manteca.

Lo único seguro es que el candidato López Obrador, gane o no la elección del 2 de julio venidero, pasará a la historia como el responsable de destruir al más importante partido de la izquierda institucional mexicana, al PRD, cuya doctrina, ideales, historia, principios y mejores hombres han sido jubilados —si no es que aniquilados—, para dar paso a lo único que importa en los tiempos modernos: el poder por el poder.

Y se puede creer o no la anterior afirmación, pero lo cierto es que con sólo echar un vistazo a las “listas” de candidatos del PRD al Senado de la República, por las fórmulas de mayoría y representación proporcional —y faltan las de diputados federales, diputados al DF, jefes delegacionales y candidatos a gobiernos locales que también estarán en disputa el 2 de julio—, queda claro que tienen razón quienes identifican al PRD y al PRI como “primos hermanos”, “como compañeros de parranda” y que ubican al PRD como “la cuarta etapa del PRI”.
Y no es menos cierta la suma de todos ellos, el de “la tamalera”, el recipiente donde caben todos los sabores políticos posibles. Claro, siempre y cuando se identifiquen con la ambición de poder. El poder por el poder, la divisa de hoy. Lo demás, los principios, la historia, la identidad, son lo de menos.

Y en esa “tamalera” hay casos penosos. No ha menguado la admiración y el respeto por esa incansable y ejemplar luchadora social que es y ha sido doña Rosario Ibarra de Piedra. Pero no la imaginamos en la misma “tamalera” compartiendo escaño, siglas e identidad partidistas con eventuales senadores como José Guadarrama Márquez, el ex priísta del más rancio historial, autor intelectual de crímenes contra perredistas en Hidalgo, o con Víctor Anchondo Paredes, el ex secretario de Gobierno de Chihuahua, quien no sólo engañó a las madres de mujeres asesinadas, sino que hizo mofa de las luchadoras sociales que reclamaban esclarecer el escandaloso asunto de “las muertas de Juárez”.

El nombre, la imagen, la trayectoria de Rosario Ibarra de Piedra están siendo utilizados en esa inmoral búsqueda del poder. Por eso la colocan como la número uno en la lista de los candidatos plurinominales al Senado por el PRD. Con Rosario Ibarra en las “listas” el caudillo intenta “lavarse la cara” por la vergonzosa incorporación en las “listas” de mayoría de nombres como los de Guadarrama y Anchondo, cuya sola mención ensucia la imagen y hasta la lucha de la señora Ibarra. Pero en los tiempos modernos la congruencia tampoco parece importar. Total, lo importante es el poder.

Es muy probable que doña Rosario Ibarra también se encuentre en el Senado de la República nada menos que a Dante Delgado, el dueño del Partido Convergencia, otro priísta identificado como uno de los pillos de antaño en ese partido, y quien vendió la franquicia de Convergencia al mejor postor. Y también andará por allí nada menos que Arturo Núñez, operador durante el salinismo, desde una subsecretaría de Gobernación, de las llamadas concertacesiones. Y qué decir del “cantante”, Francisco Javier Berganza, un cómico hidalguense venido a menos que se metió a la política por obra y gracia del PAN hidalguense, que vendió su candidatura al PRI, que se afilió a ese partido, y que hoy aparece como candidato a senador por el PRD. Pura congruencia.

Por lo menos 70% de los candidatos del PRD al Senado de la República, en la fórmula de mayoría, son de origen priísta. Desde Tijuana hasta Yucatán, el mapa de candidatos del PRD a senadores se identifica con el PRI, salieron de ese partido, fueron “cuadros distinguidos” de ese partido, el partido que la respetada señora Ibarra cuestionó por décadas por ser el partido cuyos gobiernos reprimieron los movimientos sociales, desaparecieron y asesinaron a luchadores sociales.

Y no se puede pasar por alto en esas “listas” el caso de Alfonso Durazo, el mejor ejemplo del trapecismo político a la mexicana. Durazo, el hombre que acompañó a Luis Donaldo Colosio como secretario particular, que por esa razón fue un rentable atractivo para el “voto útil” del foxismo, que un buen día se dijo traicionado por el gobierno del “cambio” y que hoy aparece como “prohombre” de esa izquierda de “tamalera”.

El de Durazo sintetiza como pocos la concepción política y de poder del caudillo López Obrador. En su círculo político se premia la traición, la deslealtad, el “chaqueterismo”. Si estás conmigo, si te sumas a la causa, “tendrás no sólo un hueso político, sino que tu pasado será lavado con las aguas de las siglas de la izquierda”. Habilidoso como es, Alfonso Durazo ha ganado espacios mediáticos que ya quisieran los cercanos a AMLO. Y se empeña en explicar lo inexplicable, en justificar lo injustificable, en borrar lo imborrable. ¿Quién, en su sano juicio, le puede creer una sola palabra a Durazo? Pero de eso se trata, de ganar votos, engañando con la verdad. Y si existen dudas, ahí están los casos de Alfonso Sánchez Anaya, el ex gobernador de Tlaxcala, el que perdió frente al PRI el gobierno perredista, el que intentó imponer a su esposa como candidata, y al que se premia con una senaduría.

También aparece el caso de José Luis García Zalvidea, ex diputado local por el PVEM, luego candidato del PAN, luego alcalde de Benito Juárez, en donde dejó en la ruina el municipio, y ex candidato a gobernador por el PRD. Hoy está preso, pero lo metieron en las “listas” como candidato a senador por Quintana Roo. Y bueno, el de Pablo Gómez es una “perla”.
El diputado y jefe de la bancada del PRD que dijo haberse “equivocado” al aprobar por unanimidad la “Ley Televisa”, al que se premia con la candidatura al Senado por el DF. O el de Claudia Corichi, en la posición nueve al Senado por la vía plurinominal, con el único mérito de que es hija de Amalia García, la gobernadora de Zacatecas. Esa es la izquierda de hoy. ¡Que tal!

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